Gracias a la aplicación Wivisites, esta historia le llevará a los pasillos del pasado de la estación termal de Eaux-Bonnes, en la época de Napoleón III y la emperatriz Eugenia, donde la ciudad balneario era comparada con un “pequeño París”. Se construyeron un establecimiento balneario y un ayuntamiento. Luego el lugar, ya famoso en la región, adquirió fama internacional gracias a quien aún no era emperatriz Eugenia. Alrededor de esta encantadora plaza, que no desentona en el corazón de un barrio elegante de París, el Hôtel des Princes, de ladrillo rojo y piedra tallada, recuerda el esplendor del pasado.