El circo de Gourette

Aparcamiento y salida desde la Maison de Gourette, cruzar la plaza para salir por el frente de nieve. Pasar bajo la góndola de Bézou hacia el chalet verde turquesa de la Crèche/Halte-Garderie para llegar al sendero que sube casi siempre hacia el bosque. Tomamos esta carretera que sale a nuestra derecha y seguimos por esta pista hasta la gran curva. Tomar el pequeño sendero que sale en la esquina a la derecha y serpentea hacia el Bois Noir. Tras la pequeña bajada, en el claro “tiramos” a la izquierda, y nos incorporamos a la pista que sube. Se sigue este camino sinuoso, con pendiente bastante suave, en terreno abierto, desde donde parte un camino que sube por un pequeño valle y desemboca en lo alto de la llegada del teleférico, en la meseta de Bézou.

Desde el restaurante “Le Cairn” continúa el suave descenso hasta la cuenca que forma un lago artificial pero en el que no podrás nadar porque normalmente es una de las reservas de agua para los cañones de nieve en temporada invernal. Caminar a lo largo de la cuenca hacia la derecha y, al otro extremo, tomar la empinada subida hacia un relé de televisión que se adentra en el bosque. En una de las curvas verás que el camino que va a la izquierda, vuelve hacia su punto de partida, que tendrás que tomar para llegar al camino de encima de la cuenca, cruzas por un lado hasta el montículo de encima de la cuenca donde podrás disfrutar. la bonita vista panorámica del paraje natural del Col d'Aubisque enfrente.

Desde allí regresar hacia el restaurante "le cairn", seguir recto y tomar inmediatamente a la izquierda la pista que baja hasta la estación de salida del 2º telesilla "des Bosses". Girar a la derecha para tomar el camino que sube al bosque de los Crétets hacia la otra reserva de agua y el restaurante de montaña "Snow K'fé" (cerrado en verano). Rodéalo completamente y luego vuelve un poco sobre tus pasos y dirígete hacia la pista “La Foret” que regresará un poco después de la estación de llegada del telesilla de Bosses. Se puede atravesar la finca por la pendiente para llegar a la pista de salida, el paseo del Bosque Negro, que desciende en curvas y regresa al corazón del pueblo y a su vehículo.